A veces esperamos demasiado de otras personas, sólo porque nosotros estaríamos dispuestos a hacer mucho más por ellos.
Pero hay un lado tuyo que nunca conocí, todas las cosas que decías, nunca fueron ciertas y los juegos que jugabas, siempre ganabas. A veces despierto al lado de la puerta este corazón que te extraña debe estar esperándote, incluso ahora que ya hemos terminado no puedo dejar de buscarte. Y le prendí fuego a la lluvia. lo ví caer mientras acariciaba tu rostro. La llama ardía y yo lloraba porque la escuché gritar tu nombre. Y nos lancé a las llamas, cuando caímos, algo murió. Porque sabía que esa era la última vez, la última vez…lo dejé arder
Pequeñas gotas de felicidad.
Más tarde empecé a pensar en las relaciones. Hay relaciones que te abren puertas a cosas nuevas y exóticas, otras viejas y familiares. Relaciones que te hacen preguntarte muchas cosas, relaciones que te llevan a cosas inesperadas, unas te llevan lejos del punto del que saliste, y otras te devuelven a él. Pero la relación más emocionante, difícil y significativa de todas es la que tienes contigo misma.
Y si encima encuentras a alguien que te quiera por ti misma, bueno... eso es fabuloso.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)