Últimamente pienso mucho en el tiempo, en cómo se mueve y se escurre, en cómo fluye siempre hacia delante; cómo los segundos se convierten en minutos, los minutos en horas y luego días, meses y luego años, todos corriendo incesantemente en la misma dirección.
Y en cómo nosotros nadamos por ese río lo más deprisa que podemos, avanzando aún más rápido como si nos dejáramos simplemente llevar.
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