Amor mío, tengo la certeza de estar enloqueciendo otra vez. No podremos soportar otras de estas terribles crisis,y sé... que esta vez no me recuperaré. Empiezo a oir voces, y no puedo concentrarme, por lo tanto voy a hacer lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la mayor felicidad posible. Has sido todo lo que alguien puede ser para otro. Se que estoy destrozando tu vida, y que sin mí podrías trabajar, y lo harás. Lo se... Ni siquiera me expreso debidamente. Lo que quiero decirte es que te debo toda la felicidad de mi vida. Has tenido una paciencia infinita. Y has sido increiblemente bueno. En mí ya no queda nada salvo la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida. No creo que dos personas puedan ser más felices de lo que hemos sido nosotros.
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