-Sé que hubo un tiempo de mi vida, en el que cada día era un reto importante, cada hora una eternidad. cada instante casi una vida..siempre estuve tan confundida, pensé que algún día aparecería con su caballo blanco, su espada en mano y me salvaría de ese dragón al que yo llamaba soledad, que me despertaría con un beso de en sueño, curaría todas mis heridas, cogería mi mano y saldríamos corriendo escapando del resto del mundo pero sin soltarnos jamás..
-¿Qué es lo que pasó?
-Que estaba equivocada..nadie va a venir a salvarme en ningún caballo para matar a un dragón al cual casi utilizo como mascota para no sentirme sola. Tampoco podrá despertarme de ningún sueño porque esta vida es demasiado real y las heridas son parte de ella, pero mucho menos cogería mi mano para escaparnos, seguramente acabaría soltándose de mi mano.
-Pero.. y eso ¿ por qué?
-Por algo muy simple, los príncipes azules no existen y menos yo soy una princesa..
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