Seguramente el fallo de la ecuación sea yo.


Siente que la vida para ella es como una montaña rusa unas veces arriba y otras a bajo.

Camina hacía su casa, con uno de esos días que pesan y llevamos colgados a la espalda, que hace que caminemos despacio con la cabeza agachada y nosotros casi agazapados en el suelo, son días duros.
Normalmente estos días son la continuación de un día fantástico en el que todo te a salido bien, ella no estaba acostumbrada a días de esos, pero ahora las cosas la empezaban a salir bien, con su familia, con sus amigas, con su amigo, y con él, su chico.

Pero de repente como de la nada algo se tuerce, y hace que las cosas se revuelvan se giren de sitio, se estropeen y acaben casi destruyéndose, aun que tendría que estar ya acostumbrada, a tropezar caerse de morros contra el suelo y buscar las fuerzas para levantarse.

Bajo el cielo despejado las estrellas parecía brillar más que nunca, en frente de su casa mira a la ventana una luz tenue sale , quizás sean sus padres viendo la televisión o hablando de algo. ¿Y las chicas estarán conectadas? si seguramente si cotilleando sobre la vida de los demás, y su amigo estudiando, siempre a sido un chico aplicado, ¿y él? esta colgado del teléfono esperando a que le llame.

Otro paso, y de nuevo una mirada a la ventana, seguro que la están esperando, aun que sea un día malo, están...y siempre lo han echo.

Es hora de volver a casa..


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